Caminaban
por las calles con tranquilidad. Era una hora perfecta para salir a dar
pequeños recorridos, no había mucha gente y las calles estaban solitarias.
Además, estaba el hecho de que su acompañarte era un hermoso equidna rojo, del
cual le encantaba burlase. Se giro mirándolo con una sonrisa picara.
-¡Por
fin disidiste salir de esa isla desolada!-rio al verlo gruñir-¡Siempre me he
preguntado!¿Tu eres gruñón porque no convives con nadie, o eres gruñón por
naturaleza?
-¡Mira
murcielaga, me olvidare de que acepte acompañarte y me volveré!-aseguro con voz
firme.
-Está
bien, está bien. No es para que te enojes-dijo rápidamente mirándolo con una
sonrisa- Solo quería tener una buena compañía para que me acompañe. No todos
deben estar solos-aseguro Rouge sonriendo con picardía. Knuckles por momentos
poso su mirada en ella mirándola sin expresión alguna. Era raro lo que le
estaba pasando con esa murciélago últimamente. Detuvo sus pensamientos al ver
sobre detrás de la joven esa cosa.
-¡Cuidado!-grito
tirándola al suelo, cayendo justo encima de ella. Ella elevo su mirada para
verlo con picardía pero su gesto fue remplazado por uno de sorpresa al ver las
cosas que salían del desagüe.
-¡¿Qué
demonios es eso?!-pregunto asqueada mirando a las sobras con ojos que se
arrastraban. Los dos se levantaron del suelo para ver como por la calle
principal venían caminado varias de esas cosas con distintas formas y tamaños.
Fuera cual fuera la forma, seguían siendo espeluznante.
-No
lo sé pero por lo visto no son amigos.
Rouge
y Knuckles se miraron entre ellos con cierta nostalgia ante un buen combate.
Knuckles se ajusto sus pesados guantes y Rouge se acomodo sus largas botas.
Estaban dispuestos a dar todo de sí con tal de desaparecer a esos seres.
-Parece
ser, que de nuevo tendré que combatir de tu lado cabeza de nudillos-bromeo
mirando hacia esos seres que se acercaban hacia ellos con rapidez.
-Lo
mismo digo murcielaga, lo mismo digo…-murmuro mirando hacia el frente con
decisión.
-:-:-:-:-:-:-
Cream
corría sin parar mientras tomaba de la mano a su madre. Su cansancio y
respiración agitada, demostraba lo mucho que había estado corriendo. Se detuvo
al sentir como la mano de su madre la soltaba. Se giro para encontrársela en el
suelo, intentando por todos los medios sacar su largo vestido de una rama. Con
rapidez ella y su amigo Chesse intentaron ayudarla pero era inútil estaba
trabado. Elevo su mirada hacia el frente para ver como esas cosas corrían hacia
ella como si de una jauría de lobos se tratara. Miro nuevamente a su madre que
la miraba con pena mientras que respiraba incluso más agitada que ella, poso su
mirada en su leal compañero. Les sonrió a los dos con inocencia, ellos eran lo
más importante para ella.
-Chesse-murmuro
con dulzura posando su mano en la pequeña mejilla del chao. Este la miro
entendiendo el mensaje. Con algo de rapidez depositaron a la coneja mayor
a un lado. Extendió sus orejas a los
lados mirando con el ceño fruncido a esas cosas que al verla se detuvieron en
seco riendo sonoramente, con burla y diversión- ¡Andando Chesse!
Como
una vez lo había hecho con Emerl, los dos comenzaron a atacar a esas cosas con
coordinación y precisión. A causa del entrenamiento que habían realizados esos
años, se les fue muy fácil hacerlo. Los dos se coordinaban rápidamente y con
una exactitud exacta. Al terminar con el último de esos monstruos la conejita
cayó sobre su rodilla derecha mientras sus orejas caían con lentitud, como si
de dos plumas se trataba. El chao color turquesa a su lado revoloteo a su lado
feliz por su acción. Se elevo para ponerse parada en dos pies y mirar a su
amiguito con una sonrisa inocente.
-¡Muy
bien Chesse! Sin duda el entrenamiento sirvió para algo-Vainilla la miro con
orgullo. Ella había sido testigo, de cómo su pequeña hija se había convertido
en una bella señorita. Como también había sido testica de cómo los dos
intentaban hasta lo imposible en entrenar como se debía, con el fin de ayudar a
sus amigos en algo-¡Ven mami, hay que llegar rápido a la casa de Tails!¡Esas
cosas pueden estar por cualquier lado!-la coneja salió de sus pensamientos para
asentir con una sonrisa.
-¡De
acuerdo!-asintió.
-:-:-:-:-:-
-¡¡AHHH!!¡Vector
que es esa cosa!- grito nervioso el abejorro adolecente, escondiéndose detrás
de su jefazo.
-¡Sencillo
Chamy! Es un moco con dos ojos y dientes afilados-contesto con ojo analítico,
mirando con determinación esa cosa que venía hacia ellos.
-Yo
no creo que sea un moco Vector. Más bien parece un monstruo demoniaco, que
salió de las profundidades de la tierra-dijo el camaleón purpura mirando a esa
cosa, con mirada tranquila y serena.
-¡¡No
discutas a tu patrón!!-regaño con pose heroica, el abejorro lo miro con mirada
emocionada juntando sus manitos en su mentón-¡¡Si yo digo que es un moco con
patas, ojos y boca!!¡Es un moco con patitas, ojitos y boquita!-dijo mirando a
ese ser como si fuera un doctor experto en esos casos. Espio rodo los ojos,
discutir con él era inútil.
-¿Qué
moco, está dispuesto a atacarte con una bola de luz negra?-pregunto apuntando a
ese tipo lagarto, que abría su boca formando una esfera color oscura. Vector lo
miro por unos segundos, para luego volver a mirarlo con una sonrisa tranquila.
-No
has visto los mocos de mi nariz ¿Verdad?-Espio lo miro como el loco que era,
mientras que Chamy le sacaba fotos con una cámara, ante tal ingeniosa contestación.
-¡Bravo
jefe!¡Usted es el mejor!-exclamaba feliz volando a sus lados.
-El
mejor de los estúpidos…-murmuro el camaleón, sacando del camino de ese ataque a
los dos locos, que le había tocado como equipo. Los tres notaron como
nuevamente ese lagarto intentaba atacarlos. Pero antes de que llegara a ellos,
el cocodrilo lo lanzo fuertemente contra una pared.
-¡Es
el mejor jefazo!-grito Chamy como todo fan.
-Si
lo sé-dijo con arrogancia. Espio soltó un sonoro suspiro mientras rodaba los
ojos.
-Oye
Vector, la señora Vainilla debe estar en problemas-comento intentando que deje
de posar ridículo, para mirarlo con preocupación.
-¿La
señorita Vainilla?
-Sí,
pobre debe estar asustada y horrorizada por esas cosas-intento manipular. Y lo
hizo, el cocodrilo miro el suelo pensativo- Debe estar sola, con miedo, en las
calles, con su pequeña hija-Chamy y Vector ensancharon los ojos al escucharlo-
Pobrecita de Cream y Vainilla, dos señoritas como ella metidas en este peligro
y…
El
camaleón no alcanzo a terminar, porque vio como sus dos amigos y compañeros,
corrían por las calles dejando una nube de polvo detrás. Una gota de sudor se
bajo por su frente al verlos.
-¡¡Haya
voy señorita Vainilla!!¡No debe temer su hermoso héroe ya llego!-gritaba cantarinamente
corriendo a lo que sus piernas les daba-¡Aun pienso tener ochenta y dos, hijos
contigo Señorita Vainilla!
-¡¡No
te preocupes, Cream!!¡Yo te salvare!¡Tú superhéroe con alitas ya llego!- Sin
duda alguna, el pequeño abejorro había pasado mucho tiempo con el cocodrilo,
eso explicaba sus gritos heroicos y
cursis que utilizaba.
-Ahora
entiendo porque tenía que encargarme yo de educarlo-dijo para sí el camaleón
siguiéndolo con lentitud
-:-:-:-:-:-
Sus
ojos se posaban en esa pantalla con concentración, mientras sus dedos tecleaban
rápidamente en el tecleado de su computadora. Estaba nervioso, se le notaba;
cada zona de la ciudad estaba siendo atacada por esos seres mitológicos. Lo
había investigado, esos seres que rondaban las calles e incendiaban los cielos,
eran unos seres de la mitología griega. En traducción, al lenguaje actual era
seres demoniacos que se asomaron a la superficie por una especie de portal o
algo por el estilo. Pero sin embargo, a pesar de que buscaba y buscaba, no
encontraba una fuente segura.
Al
escuchar la puerta de la entrada abrirse,
hizo que se ponga alerta. Tomo debajo de su escritorio una llave y se
acerco con la mano alta hacia el pasillo de allí. Casi se cae del susto al ver
a las conejas aparecer junto con el chao. Recobro la cordura y respiro
aliviado.
-Cream,
señora Vainilla ¿Están bien?-pregunto asustado al ver la ropa rota de la coneja
mayor. La conejita lo tomo de las manos, mirándolo con preocupación. Este gesto
hizo que se sonrojara levemente, no estaba acostumbrado a tener ese contacto
con los demás.
-Si,
Tails es horrible. Hay esas cosas por todos lados. Son horribles.
-Estaba
investigando sobre eso. Según lo que
encontré el causante de esto es un portal que se ha abierto en algún
lado-aseguro guiándolas a su computadora- Deberé buscar alguna forma para cerrarlo pero necesito que
me ayude.
-Si-asintieron
las dos a la vez.